miércoles, 27 de enero de 2010

lunes, 25 de enero de 2010


MAS SOBRE POBREZA Y ECONOMIA.

Jennifer Hodgdon’s


Porque la pobreza ocurre cuando no hay equilibrio entre sueldos y el costo de vida, para cambiar la situación de una persona viviendo en pobreza, o sus sueldos deben ser aumentado, o su costo de vida reducido. Hay unas métodos que podemos considerar para hacerlo para los que trabajan (aquí o en otras países).Una idea que se ve mucho es aumentar el pago mínimo, o aplicarlo a más personas. A primera vista, parece obvio que si las personas que trabajan en los trabajos con el peor pago gastaran más, la diferencia entre sus sueldos y el costo de vida sería menos. Pero cuando se lo analiza más profundamente, es menos claro. Una cosa es que según la teoría clásica de la economía, en un mercado con competición perfecta un pago mínimo causa desempleo, lo cual puede poner más personas en pobreza. No estoy seguro si ocurría o no — los economistas no están de acuerdo sobre si esto aplica en la economía verdadera — pero es un problema posible con la idea de aumentar el pago mínimo. Otra cosa es que aumentar el pago de los que ganan lo menos tendría un efecto en precios. No sé exactamente cuanto aumentarían, en comparición del aumento de pagos, pero claramente los más pobres son los que son lo más afectados por precios más altos, y reduciría el impacto positivo de sus sueldos más altos. Entonces tal vez esta no es la mejor idea.Una otra posibilidad para mejorar la situación de pobreza para los que trabajan es subsidios del gobierno, lo cual puede ser reducciones del costo de vida (subsidios de casa, comida, o seguro de salud) o aumentaciones de sueldos (reducciones de impuestos o subvenciones). Esto podría ser más efectivo que aumentar el pago mínimo, porque no debe aumentar el desempleo o los precios. Pero a veces los que reciben subsidios del gobierno son estigmatizados, y a veces los subsidios son una motivación de no trabajar. Una idea que pienso puede evitar estos problemas es reformar el sistema de impuestos. Por ejemplo, ahora en los EEUU, cada persona que trabaja paga 6.2% de los primeros $92,000 ganados en cada año para Seguridad Social, y 1.45% de todo sus sueldos para Medicare (el empleador paga lo mismo también). Este impuesto podría ser remodelado, por ejemplo si no se paga el impuesto en los primeros $30,000 ganados en un año, y no para a $92,000 (tal vez los porcentajes necesitarían ser diferente también), para que los que ganan más pagan más. O se podría eliminar estos impuestos, y usar la estructura de impuestos sobre ingresos, porque la estructura del sistema de impuestos sobre ingresos ya asegura que los que ganan lo más pagan lo más (aparte de pretextos), y los que ganan poco pagan nada. También el actual Crédito de Sueldos Ganados (EIC en inglés) devuelve dinero a los que trabajan y ganan poco; podría ser aumentado. O tal vez podríamos cambiar el EIC, y devuelve dinero a cualquiera persona que trabaja horas normales, igual a la diferencia entre sus sueldos y el costo normal para obtener casa, salud, cuidar niños, y comida para una familia en su área. No sé cuanto costaría este programa, pero podríamos eliminar muchos programas inefectivos e ineficientes que cuestan mucho ahora.Una otra posibilidad para reducir la pobreza de personas que trabajan, en el futuro, es la educación. Creo en la educación, y creo que es un derecho humano. También sé que los con más educación generalmente ganan más. Pero aunque es claro que la educación es buena para todos, y también creo que es bueno para la sociedad, no estoy seguro que la educación puede resolver el problema de pobreza de los que trabajan en los EEUU. La razón es que aunque tengamos mejor educación, necesitaremos personas para cortar nuestros vegetales, trabajar en nuestros restaurantes de comida rápida, y limpiar nuestros edificios. ¿Si son mejor educados, ganarán más para este tipo de trabajo que no requiera entrenamiento especial? Posiblemente si todos fuesen bien educados, demandarían una recompensa mejor para su trabajo aburrido, pero aparte de esto, dudo que mejorar la educación resultaría en un cambo grande en la situación de pobreza de los que hacen estos trabajos.En el otro lado, pienso que mejorar el nivel de educación en el mundo desarrollando puede tener un impacto grande en la pobreza allá (y en inmigración ilegal basado en razones económicas en todo el mundo). Esto es porque un mejor nivel de educación permita que un país puede participar mejor en la economía mundial — puede cambiarse de una economía basado en agricultura de subsistencia y la exportación de productos agrícolas y recursos naturales, que no provea mucho trabajo bueno, a una economía más industrializada. Hay unos países en Centroamérica y Sudamérica que han hecho esta transición en los últimos decenios, y aunque hay otras factores aparte de la educación, claramente habían sido imposible sin la educación. Hay algunas consecuencias negativas de estas transiciones (como que se usa más energía), pero para mí la moralidad de la situación es claro. Los beneficios a las personas que viven en el mundo desarrollando, si sus sistemas de educación son reformados y sus economías son más industrializadas, son tan grandes que no les podemos negar la oportunidad para una vida mejor.

Cardenal Oscar Rodríguez
Maradiaga


Trabajar con la economía no
es fácil. La historia demuestra
que ella siempre ha sido -junto
con la fuerza armada- la expresión
más plástica del poder y
del dominio.
La economía marca el ritmo de
la historia. Cuando logra unirse a
ideas “humanizantes” presenta
grandes momentos de “ascenso
del hombre”; cuando no, facilita
ver el perfil inconfundible de
quienes convocan al “sálvese
quien pueda”.
La gran avenida que condujo de
la “recolección” al “abasto”; de
la previsión a la planificación; del
excedente usado para dar nacimiento
en Lübeck a los hospicios
y obras de beneficencia a favor
de los pobres que, al verse asistidos
y atendidos, jamás fueron
factores de disturbio público; y si
seguimos adelante, el desarrollo
de la ciencia y de la tecnología
nada tienen de qué avergonzarse
si nacieron de mano de una
“economía creadora”.
Pero de repente todo cambió. A la
previsión la sustituyó la acumulación.
A la distribución, el egoísmo. A la
conmutación, el ¿“acaso soy yo el que
debe cuidar de él”? A la equidad, el
“sálvese quien pueda”. Al “derecho
de uso”, el “derecho de abuso”. Al
desinterés, la usura. A la caridad, la
generosidad, la filantropía la sustituyó
una economía que no puede “donar”
ni “dar” para no poner en riesgo los
precios.
No hay economía buena ni mala. Hay
seres humanos buenos y malos y son
ellos los responsables; seres humanos
con valores, anti-valores o contravalores
y son ellos los responsables.
Bastaría tomar las expresiones que se
han dado para significar la “economía”
y poder desde ahí observar la
crítica social que a ella hace referencia:
capitalismo salvaje, cooperativismo,
mutualismo, liberalismo económico,
economía social de mercado, economía
de mercado, economía de consumo,
capitalismo social etc.
Todas llevan detrás una filosofía; una
concepción de la sociedad y de la
historia; mejor aún una concepción de
Economía y pobreza
lo que significa “ser humanamente”
en el mundo.
Hay quienes piensan que son una
minoría en el mundo que “merecen”
que los demás se sacrifiquen
por ellos; esos son los que nacieron
como acreedores. Hay otros que
amplían el círculo y se van volviendo
más incluyentes y entonces hablan
de “economía de participación” y
diseñan –en el peor de los casosque
se coma tanto en la mesa del
rico Epulón que caiga lo suficiente al
piso para que Lázaro se alimente.
Entonces se habla de “economía
para la abundancia” o de la “copa
llena para todos”.
Pero hoy, con el auge de la globalización,
con la disminución del número
de ricos y con la ampliación del
número de pobres y de excluidos;
hoy cuando no hay duda de vivir
en el mayor auge de la riqueza y
en la mayor expresión cierta de la
pobreza, no hay subterfugio que
valga y es por ello que hablamos de
“economía salvaje” que es la verdadera
“arma de destrucción masiva”
en el mundo contemporáneo.
BSCAM